Hace poco más de un año escribí, a propósito de los funerales en Sudáfrica de Nelson Mandela, en los que, además de la despedida al luchador, trascendió el saludo entre Raúl y Obama: Un apretón de manos, apenas un gesto, parece que podría cambiarlo todo. (…)Para que Cuba y Estados Unidos se entiendan, más allá del correo postal y la emigración, más allá de Alan Gross y los Cinco Héroes, mucho más allá de las sanciones económicas reales y del apoyo a la subversión interna, también real, se precisa de altas dosis de voluntad, de domesticar egos e intransigencias, de pasar página pero sin dejar el libro en blanco. Madiba lo logró. Ya desde entonces, en silencio como aconsejara Martí, se estaba gestando el cambio.
Las declaraciones del General de Ejército Raúl Castro y el presidente Barack Obama, este 17 de diciembre, confirman que también las dos naciones, en primera instancia, lo han logrado. En un ejercicio de alta política los gobiernos de Cuba y Estados Unidos estrecharon más que las manos y han decidido reestablecer las relaciones diplomáticas, truncadas desde enero de 1961, para avanzar hacia la normalización. Washington y La Habana comienzan a caminar sobre el puente que une a los dos países, no únicamente en el plano geográfico, sino en el cultural, el simbólico. Sigue leyendo Caminar sobre el puente