Fotuto

 Fotuto

(Publicado originalmente en OnCuba)

Fue mi amiga Delicia quien me puso tras la pista del fotuto. Según ella, en su pueblo, que mantiene algunas “tradiciones” no muy políticamente correctas, persiste la costumbre de hacer públicas las infidelidades de los demás.

─ ¿Cómo dices?, ¿tocar fotuto?, pregunto con tono de ¿y eso qué cosa es?

─ Sí, a los hombres que las mujeres les son infieles y siguen con ellas a pesar de los pesares, los jodedores del barrio, por las noches, les tocan fotuto. Usan un tarro de buey o un caracol cobo. El ruido se oye lejísimo… y el que no lo sabía, se entera.

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#LaFoto: Working

working

Un blog para responder

Rene Gonzalez computadora

René sabe  que 16 años es demasiado tiempo. Lo sufrió en la carne, en los huesos, en las entrañas. Cuando dicen HUECO entiende perfectamente de qué se trata. René podría sentarse ahora a vivir su otra vida, la que dejó en espera aquel día que se robó un avión y simuló ser lo que no era. Pero René no quiere, no puede dejar que el tiempo siga pasando. Sigue leyendo Un blog para responder

Definiciones (en tiempos del ébola)

Te digo que sí, que da un miedo del carajo pensar que se contagien; que un pequeñísimo error, apenas un desliz, pueda desencadenar el dolor,  la tristeza, la tragedia, es suficiente para multiplicar la zozobra. Sigue leyendo Definiciones (en tiempos del ébola)

Decir tanto sin palabras

Lo bueno de tener amigos talentosos es que hay que estar siempre alerta. Cualquier día amaneces con buenas noticias y claro que hay que rebloguearlo hasta el infinito. Luego una se da cuenta de que mejor sería no tener que dibujar ni escribir sobre el infierno de Gaza, pero ya que las cosas están como están, y poco o casi nada podemos hacer desde aquí, pienso que para quienes sufren,  una opinión gráfica de denuncia es mucho. Por eso comparto la satisfacción de mi amigo Osval, que no alegría. Él tiene el don de comunicar desde el dibujo y dice tanto… siempre

      

 

 

De lujos y madres constructoras

rojo Para Daily Sánchez Lemus, una amiga, una madre… que construyó con sus manos a Rojo y Protestón

Hay madres que no lo son. Llevan en el vientre una herida, o en el cuerpo las señas del dolor de parto, pero madres no son.

Hay madres que a la primera dejan al hijo a la buena de Dios, o a la mala, que el mundo ya está bastante jodido como para esperar milagros. Y se  van como si nada. Sin remordimientos. Algo peligroso sucede cuando la gente no tiene remordimientos. Algo definitivo sobrevendrá cuando nadie tenga remordimientos. Sigue leyendo De lujos y madres constructoras

Un contrabajo es una mujer, en alguna parte

Un contrabajo es una mujer, en alguna parte

El hombre del contrabajo no sabe que ha quedado inmóvil, perpetuado entre los marcos invisibles del plano. No levanta la vista, apenas cambia la posición de sus piernas, acomoda el cuerpo y continúa como si el mundo no existiera. Permanece absorto mientras, una y otra vez, el hombre de la cámara presiona el obturador.

El hombre de la cámara fotográfica necesita algo más. Le parece interesante que a aquella hora indefinida de la tarde, en un portal sin historia, un hombre se aferre a la lija para tratar de quitarle las arrugas al instrumento. Pero precisa más que aquella tozudez contenida en un plano medio. Quiere atrapar en un primerísimo plano la incertidumbre de si aquellas son las arrugas del contrabajo, o las del luthier. Sigue leyendo Un contrabajo es una mujer, en alguna parte